Para mí los libros son todo, tanto leerlos como escribirlos, amo los libros, para mi son una forma de relajarme, de viajar sin moverme del sofá, de sentir amor, miedo o reír como si me estuviera pasando a mí. Esta pasión se la debo a mi madre que fue la que desde niña me obligó cada verano a leer un par de libros al menos, gracias a ella conocí la magia de la lectura y por ello le estoy agradecida.
Cuando escribo, lo doy todo, me transformo, no oigo nada a mi alrededor, me meto en mi historia y para mí no hay nada más. Dar vida a algo que solo tu cabeza imagina no es nada fácil, porque puedes verlo en tu mente de forma muy clara pero después que las palabras se queden cortas a la hora de escribirlo y no lo transmitas con tanta fuerza como tu lo ves. Pero ¿hay algo mejor que ver tus sueños cobrando vida en un papel? Es algo que no puede espesarse con palabras y que solo comprenden aquellas personas que alguna vez hayan escrito algo, te siente diferente. Es una felicidad muy diferente a estar con la persona que amas o que las cosas te vayan bien en la vida, es como tener un hijo, es algo que nace de tí, de tu alma, de tu pensamiento y que nadie solo tu puede darle vida.
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